21.9.04

ECOS DE FESTIVAL: EL SEXTO Y EL PRIMERO


H. Puebla de Zaragoza y de Los Angeles, domingo 19 de septiembre 2004.- Con un concierto dedicado a parte de la música en el cine nacional, en donde un Alberto Ángel “El Cuervo”, que sorteando problemas de salud y disculpándose con el auditorio, no resistió los aplausos de un público por demás benévolo que lo obligó a realizar encore tras encore, para así despedir oficialmente el evento cultural más importante del sexenio melquiadista en cuanto exhibición y difusión de la cultura en el estado. Y fue así como llegó el llamado Sexto Festival Internacional de Puebla, el más gris de los últimos años y en esta ocasión tristemente llamado internacional cuando de entrada, la poca participación extranjera no convocó las expectativas de una sociedad poblana que poco a poco se acerca más a la cultura y este festival es/era uno de esos caminos. Y es que la mayoría de los reporteros de la Ciudad de México y que cubren la fuente, ni siquiera estaban enterados de que el FIP sería en septiembre, porque en honor a la verdad inconscientemente, ya tenían idea de que algo había en Puebla los noviembre de cada año.
Pero lejos de los motivos presupuestales y de planeación, el Festival dio cabida a otro que por primera ocasión se realiza, sentando todo un precedente en cuanto a la difusión de las producciones que realizan jóvenes poblanos aspirantes a cineastas y que presentaron sus trabajos a concurso, en cine o video en lo que se denominó el Primer Festival de Cortometrajes del estado de Puebla para jóvenes realizadores: Aquí y en corto. En total se inscribieron 75 realizadores que presentaron 97 trabajos en diferentes formatos que van desde el HI 8 hasta en 35mm y que durante cinco días fueron proyectados en las tres sedes oficiales que fueron el Teatro de la Ciudad para las ceremonias de apertura y clausura, así como la Cinemateca Luis Buñuel celebrando 30 años de “promocionar y difundir el cine de arte”, y la sala Manuel M. Flores del Instituto Cultural Poblano.
Pero también aquí no faltó el “prietito en el arroz”. Y vale la pena señalarlo tan solo como antecedente de algo que no puede ocurrir si se pretende realizar un evento de esta magnitud.

Con una logística que brilló por su ausencia, donde los organizadores se echaban la bolita, las exhibiciones, muchas de ellas, estuvieron a punto de naufragar, ya sea por una mala copia del trabajo, ya sea por el proyector. Y es que la falta de comunicación entre los organizadores propiciaba confusiones entre realizadores que un día antes eran informados que sus trabajos estarían en una exhibición paralela en la sala Luis Buñuel, situación que ignoraba una parte de la organización y el resto de los realizadores, los principales implicados en este “concurso de cortometrajes”. Y es que la incertidumbre llegó días antes de iniciado el festival debido a diferencias entre los organizadores lo que generó una fractura al interior -como lo confirmó uno de ellos.
Pero contra eso y muchas cosas más es benéfico para la cultura y el arte en Puebla que un gran número de poblanos tenga la posibilidad de sus trabajos sean exhibidos y en su caso reconocidos. Si bien es cierto el mayor número de trabajos podrían calificarse de amateurs, ya hay un antecedente que obligará a todos y cada uno de ellos a esforzarse más para la siguiente ocasión, si es que la hay, ya que al igual que la existencia del FIP este festival de cortometrajes depende única y exclusivamente de la sociedad, que con su exigencia deberá obligar al próximo gobierno, para que al menos estas dos iniciativas melquiadistas tengan un sano seguimiento y que se lleven a efecto porque de lo contrario no pasarán de
buenas intenciones y quedarían en el olvido.
Aún así, lejos de la tensión y el nervio que provoca una “primera vez”, el martes 14 se llegó a la premiación y como todo concurso donde “el jurado tiene la última palabra” causa suspicacias, gran parte de los realizadores no estuvo de acuerdo con los resultados finales y con las apreciaciones del jurado.
A continuación los reconocimientos oficiales:

´MEJOR FICCIÓN, MEJOR CORTOMETRAJE Y PREMIO DEL PÚBLICO
La cañada

Dir. Carlo Corea
“Por la manera de contar la historia que profundiza en las pasiones del ser humano, con una muy buena manufactura y el manejo del lenguaje cinematográfico”
MENCIONES
Sentimientos
Dir. Josué Ramírez


´DOCUMENTAL
Bendita Muerte
Dir. Érika Mercado, Mario Trueba y Alejandro Jiménez
“Por su relevancia sociocultural y punto de vista dentro del entorno poblano”
MENCIONES
Lo único que tengo
Dir. Georgina Velasco
El moreno
Dir. Alfredo Orduña


´ANIMACIÓN
La cuarta ola
Dir. Pedro Gómez
“Por la técnica, creatividad, atmósfera creada y porque denota un manejo del lenguaje cinematográfico en el tema que aborda”
MENCIÓN
Aguas
Dir. Josué Ramírez

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