31.3.05

Una historia... una locación... 11 estatuillas

A propósito de Temporada de Patos,
triunfadora en la 'noche de los arieles',
algo escrito por allá a principios de
noviembre de 2004.

LA SOLITARIDAD EN LOS PATOS
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Luego de siete meses de haber sido exhibida por primera vez en la "Muestra de Cine de Guadalajara", se estrena Temporada de Patos (Fernando Eimbcke, México 2004) comedia donde los personajes libran una virtual y real batalla contra el tedio y el ocio desde la perspectiva adolescente y de personajes solitarios. Moko (Diego Cataño), Flama (Daniel Miranda), Rita (Danny Perea) y Ulises (Enrique Arreola) coinciden en la mítica Unidad Habitacional Tlatelolco pero no es por una manifestación de protesta o por una ceremonia en memoria de los caídos o algo por el estilo. No. Es un domingo cualquiera. Sin padres, sin escuela, sin compromisos, sin ataduras.
A partir de esta premisa el director construye su ópera prima: una historia de 85 minutos donde la soledad es la parte medular de la trama. Desde muy temprano Flama y Moko han planeado la estrategia a seguir el resto del día: videojuegos, pornografía, pizza y refresco. Pero es apenas mediodía y el aburrimiento hace presa de este par en sus intentos por evadir la realidad familiar y el despertar sexual. Lo que ignoran es que una llamada telefónica, el interés culinario de una vecinita (Rita) y fallas en la energía eléctrica, desencadenarán una serie de situaciones que determinarán el futuro inmediato de estos personajes que junto con Ulises, -un loser repartidor de pizzas con extraños conocimientos sobre la migración de aves- vivirán por unas horas enclaustrados en el microcosmos departamental de la gran metrópoli, en medio de disputas internas y externas de orden hormonal, sentimental y transgeneracional. Y es que la 'generación del Atari', se enfrentará a la del X-Box ... mañana lunes ya nada será igual. Temporada de Patos o un domingo en Tlatelolco, donde los nietos del 68 prefieren tener coca-cola en las venas.
Con una atractiva puesta en escena donde destaca el trabajo actoral que sin el glamour de los rostros de siempre, pero con las tablas suficientes como el caso de Arreola y la preparación y el talento de los debutantes, el director pone en claro que no necesariamente se necesita de un gran presupuesto para filmar una película: una buena historia, una sola locación y buenos actores, es más que suficiente. Sin embargo al dar cuenta de sus habilidades aprendidas en la realización de cortometrajes y videoclips, el egresado del CUEC no escapa a la iconografía del espot y el videoclip en esta película filmada en blanco y negro, con poco presupuesto y que a lo largo de exhibiciones en festivales importantes alrededor del mundo ha obtenido una buena respuesta tan es así que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas la eligió para representar a México en la categoría de Película Extranjera de habla hispana en los XIX Premios Goya de España correspondientes a este año.

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